En el Centro de Mando de la Policía Federal, en la CDMX, las gradas de la pista de atletismo se convirtieron en «cama» para cientos de elementos a los que han hecho venir para presentar las pruebas para la Guardia Nacional, pero a los que no les dan ni hospedaje ni comida.
Más allá, el estacionamiento de camionetas se ha vuelto también refugio, ya que buscan alguna a la que se le pueda abrir la puerta para pasar la noche dentro y evitar la lluvia y el frío de los últimos días en la ciudad.
Este tipo de condiciones son las que llevaron a que los policías no aguantaran más y este miércoles hicieran paro y tomaran el control de las entradas y salidas de este cuartel, conocido como CONTEL, sus familiares cerraran la circulación de Periférico, donde se ubica y de otras oficinas de la corporación.
El domingo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha oficialmente a la Guardia Nacional con un acto en Campo Marte en el que tomó protesta y pasó revista a diez mil de los 70 mil elementos que la integran.
Pero entre esos diez mil había algunos que todavía no están certificados o ni siquiera fueron considerados aptos para el nuevo cuerpo.
Por su parte, AMLO dijo que no le preocupa la rebelión de los policías federales ya que es un movimiento que no tiene razón de ser, ni fundamento.
«Es un movimiento que no tiene razón de ser, no tiene fundamento, no hay despidos, no se están quitando salarios, prestaciones, continúa la misma situación que prevalecía, el ingreso a la Guardia Nacional es voluntario».
Además sostuvo que hay «mano negra» en este movimiento pues quienes dirigen las manifestaciones no trabajan en la Policía Federal, pertenecen a organizaciones de otro tipo.