Por Alex Sanciprián
Este fin de semana, el 12 y 13 de abril, se inaugura el estadio municipal de béisbol, en una suerte de primera etapa de lo que será un complejo deportivo que incluirá el estadio, dos canchas más y la escuela del rey de los deportes por este territorio del oriente mexiquense.
Es decir, se construye el complejo de béisbol más grande del Estado de México.
Es una inversión de 11 millones de pesos.
El campo de beisbol de Texcoco se inauguró el 16 de abril del 2016, con un partido entre el equipo de Chapingo y la escuadra representativa de Texcoco, en donde el actual Senador por el Estado de México y Ex presidente Municipal Higinio Martínez fue el encargado de lanzar la primera bola.
Actualmente, la liga de béisbol en Texcoco incluye 19 equipos en dos categorías.
Desde el año pasado empecé a ir al primer campo profesional de béisbol en la región.
Uno de mis hijos es integrante del equipo Padres. En el pasado torneo se alzaron con el primer lugar en su categoría, con todo y sus imperfecciones; es decir, sin ser profesionales sí le ponen el ánimo necesario a cada uno de sus encuentros para arrancar porras y emotividad múltiple a sus seguidores: familiares y amigos.
He estado en algunas de sus convivencias luego de los partidos. Se toman en serio su papel de integrantes de un equipo de béisbol.
Se critican, se reconocen imperfectos, se comprometen para mejorar al siguiente encuentro. La novena base la integran maduros y algunos empeñosos jóvenes que, eventualmente, meten en problemas al manager por su impetuoso modo de reclamar el marcaje del umpire. La novena de Padres tiene la gracia de que se entienden, se enojan, se aconsejan, sugieren asuntos; hay cofradía plena de maestros y hombres de negocios y trabajadores y estudiantes que visten la franela de Padres.
Desde que juegan en la liga de Texcoco han afinado su estilo de juego. Enmiendan pifias. Se concentran más en cada una de las entradas. Han dejado de discutir banalidades. Son un alma colectiva con un fin común: jugar béisbol en un campo, en breve estadio, con las medidas profesionales, con la asistencia de un cuerpo de umpires de notable nivel. Reconocen el trabajo que ha desplegado el doctor Higinio Martinez por el bien del rey de los deportes al aportar, al apoyar con un sitio digno donde jugarlo, y la importancia de impulsar este deporte.
El domingo 7 de abril fui, estuve en ese estadio.
Hubo varios partidos. Vi completo el de Padres contra Patos.
Me consta que los trabajadores, en domingo, en plena faena, en la terminación de detalles del techo, se mostraron amables con los pocos asistentes que ahí coincidimos.
Uno de ellos me dijo: “a poco no está quedando chingón. Fíjese que ya pronto lo van a inaugurar, y además, si ve al rato acá en la parte de atrás está la construcción de otros dos campos de béisbol. Disfrute el partido. Y ya mañana se pone crema bastante en su cara y sus brazos. Le van a amanecer bien quemados”. Y así fue.