De las 117 momias que integran la colección del Museo de las Momias, 22 no están en el inventario y su misteriosa desaparición ya fue denunciada ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así lo denunció Paloma Robles Lacayo, exdirectora del Museo de las Momias de Guanajuato y promotora cultural. Ella relató que ha integrado un expediente que tiene la ASEG, con información del resguardo de las momias, así como de los procesos de conservación.
Expuso que se tiene integrado un expdiente con información obtenida a través de transparencia, donde observó que se tenían inconsistencias en el traslado de las momias.
«Encontré inconsistencias de manera sistemática con las declaraciones del alcalde y del director de Cultura, y solicité el inventario porque me preocupaba que se perdieran momias, entonces me mandan una relación y por supuesto que yo sabía que no estaban todas», declaró.
Posteriormente solicitó el resguardo firmado por el director del Museo y entonces encontró una diferencia de 22 momias. «Me parece alarmante y escandaloso», declaró.
Paloma RObles refirió además que aunado a lo anterior, observó que en este momento, el museo que dirigió no tiene una apropiada forma museográfica y de conservación de las momias; sin protocolos de conservación ni de riesgo.
Mientras que el museo tuvo en 2019 ingresos por 43 millones de pesos, únicamente se reportó el destino de 2.8 millones.
Finalmente solicitó la pronta intervención del INAH, de la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).