En Totolapa, Chiapas, los habitantes se resisten a sanitizar sus manos con gel antibacterial pues creen que éste contagia a las personas y fue implementado por las autoridades para “cumplir con la cuota de muertos”.
Asimismo, no permitieron que se llevaran a cabo la limpieza del lugar y exigieron retirar los filtros sanitarios.
Por su inconformidad, iniciaron una manifestación tras la convocatoria mediante un perifoneo desde la casa de una señora de nombre Zenaida López de la Cruz.
De modo que acudieron ciento cincuenta personas a la presidencia municipal armados con palos, machetes y armas de fuego.
Además, bloquearon la entrada al pueblo, donde también se encontraba el filtro sanitario, que, según ellos, arrojaba líquido que mataba a las personas.
Actualmente, Chiapas diagnosticó cincuenta y cinco nuevos casos de COVID-19 y siete defunciones. Reubicando las cifras en 2 mil 32 y 146, respectivamente.
Este caso de resistencia y desinformación se suma al de Oaxaca, donde los pobladores reaccionaron de manera violenta hacia el personal de los Servicios de Salud de la entidad que buscaba implementar acciones para prevenir la propagación del Covid-19.
Vecinos los agredieron y vandalizaron el palacio municipal, donde se refugiaron las víctimas para salvaguardar su integridad.