Mujeres pertenecientes a colectivos feministas, celebraron afuera de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, el fallo de un Juez contra el sacerdote Aristeo «N», por abusar sexualmente de una niña de 8 años de edad.
De acuerdo con las declaraciones de la menor, llegaba 40 minutos antes del inicio de la misa acompañada de su padre, quien se enfocaba en acomodar el altar, preparar las túnicas, revisar la distribución de las sillas del templo, preparar el vino, el agua y dar las campanadas.
Mientras, ella se quedaba en la casa parroquial a solas con el presbítero; «estoy en este juicio porque a mi me pasaron cosas que no debían y porque tengo que declarar lo que me pasó, no es justo para nadie: me violaron mi derecho como niña».
«No debían de tocarme ni hacer lo que me hicieron», expresó la menor en respuesta a las preguntas del agente del MP para narrar lo que vivió.
Declaró que la primera vez que fue agredida por Aristeo «N», fue en la casa parroquial ubicada en la colonia Santa María.
En otra ocasión, Aristeo fue por ella a su casa para llevarla a comer un helado junto con los niños de la Casa Hogar que dirigía y después la llevó a la casa parroquial, donde le pidió que jugaran escondidas pero la sometió sexualmente.