Después de dos días de incertidumbre y de un conteo agónico y lento, Estados Unidos tiene un presidente electo: el demócrata Joe Biden fue declarado ganador esta noche en el estado de Pensilvania, con lo que alcanza 273 votos electorales, suficientes para ganar el colegio electoral que elige al líder político del país.
Han sido tres largos días y noches, con multitud de vaivenes. El martes, Donald Trump tomó ventaja y parecía camino a una reelección muy probable, con amplias victorias en estados supuestamente clave como Florida y Ohio, y destacadas ventajas en otros. Pero el miércoles, el conteo de los votos anticipados y enviados por correo, dio a Biden una victoria ‘in extremis’ en otras zonas decisivas como Michigan y Wisconsin. El jueves, la carrera se había reducido a un puñado de estados, y Pensilvania era el más jugoso. Muy poco a poco, desde el martes, Biden había ido reduciendo la brecha de 700,000 votos que le separaba de Trump, y en la mañana de este sábado le superó.
Finalmente, el candidato demócrata ganó en Pensilvania, un estado que otorga 20 grandes electores. En 2016, el presidente ganó en este estado tradicionalmente demócrata por una diferencia de 40,000 votos.
El conteo de boletas fue lento porque estuvo marcado por la enorme cantidad de votos emitidos por correo, debido a la pandemia del coronavirus, y que favorecieron en su mayoría al ex vicepresidente (los republicanos, en general, han minimizado la importancia de la enfermedad).
En la tarde del jueves, a la vista de la tendencia, Biden se mostró confiado en que obtendría los votos electorales necesarios para ganar los comicios. “No tenemos ninguna duda de que, cuando termine el conteo, la senadora Kamala Harris y yo seremos los ganadores», dijo el ex vicepresidente desde su feudo en Wilmington, Delaware, sin aceptar preguntas de los periodistas.
Es la tercera vez que Biden, un hombre de 77 años, se postula a la presidencia. En las dos ocasiones anteriores ni siquiera alcanzó la nominación del Partido Demócrata, pero ahora está a punto de ocupar la Casa Blanca.
El obstáculo para que esto ocurra es que tendrá que enfrentarse a la batalla legal que Donald Trump ha iniciado para retener la presidencia. Su campaña intentó procesos para detener el conteo en Pensilvania, Nevada, Michigan y Georgia. En estos últimos estados, los recursos fueron rechazados por los jueces.
En Wisconsin, donde Biden ganó por solo 0.6 puntos porcentuales de diferencia, el equipo del republicano ya ha solicitado un recuento de los votos. Y muy probablemente hará lo mismo en Pensilvania y otros lugares.
Trump —que siempre dijo que probablemente no reconocería la derrota— se declaró ganador de las elecciones desde el miércoles en la madrugada, y desde entonces reitera denuncias de fraude electoral, pero sin aportar pruebas. Sus denuncias se centran en los votos por correo.