Aunque parezca algo lógico, leer los empaques de los productos para saber exactamente qué se está comprando, no es algo que todas las personas estén acostumbradas a hacer. Una mujer experimentó las peores consecuencias de ello al confundir un paquete de fuegos artificiales con dulces; al morderlos, explotaron en su boca.
De acuerdo con los informes de The Sun, los fuegos artificiales que comió Lisa Boothroyd fueron unos Fun Snaps, los cuales contienen una pequeña cantidad de polvo explosivo dentro del papel que los envuelve, razón por la que la mujer nunca sospechó de ellos.
Después de comprar los “dulces”, Lisa Boothroyd llegó a casa y se metió unas cuantas piezas de ellos en la boca; cuando los mordió, todos empezaron a explotar sin que ella pudiera detenerlos. La mujer sufrió graves quemaduras químicas en los labios y encías, y la fractura de un diente.
Lisa sintió tanto ardor durante semanas, que no pudo comer ni dormir por casi un mes. Después de varias visitas al médico y una gran cantidad de analgésicos fuertes, las quemaduras empezaron a sanar; ahora solo espera una cita con el dentista para tratar la fractura.
Tras arrepentirse por no ser cuidadosa y haber confundido los fuegos artificiales con dulces por no leer la caja, Lisa Boothroyd se siente agradecida por no haber dañado a ningún niño.
Lisa culó a la tienda por el descuido, ya que, según cuenta, los Fun Snaps estaban junto a muchos más dulces. Ante la acusación, gerentes de la tienda anunciaron a los clientes que retirarían toda clase de pirotecnia y productos peligrosos para los niños de la sección de caramelos.