Tras las sospechas de que su madre de 85 años, que tiene demencia, sufría maltrato en un hogar de ancianos de Halifax, la hija de ésta, Michael Lanera, escondió una cámara en la habitación de la anciana para corroborar sus sospechas.
Sin embargo, tal y como lo sospechaba, en la grabación se observan imágenes en las que apuntan a una cuidadora y a una enfermera arrastrando por la habitación a la mujer jubilada con discapacidad, temblorosa y angustiada.
Así mismo, en la grabación se observa a la mujer manchada de orina mientras llora de incomodidad.
Por tal motivo la enfermera y la cuidadora terminaron sentenciadas. Herring, de 55 años, de Rossefield Place, se declaró culpable de un cargo de maltrato por parte de un asistente social que puede conllevar una sentencia máxima de cinco años de cárcel.
De la misma forma, Jackson de 41 años, de Lane Ends Terrace, Hipperholme, se declaró culpable de agresión común y también recibió una orden comunitaria de 18 meses; se le ordenó hacer 180 horas de trabajo no remunerado.