Fernando, de solo cinco años de edad, murió al ser arrollado cuando pedía calaverita con su familia en el Estado de México. Sus hermanos resultaron lesionados.
De acuerdo con El Universal, la familia salió la noche del domingo a pedir algunos dulces, en la víspera de Día de Muertos, en la comunidad Loma de Juárez, del municipio Villa de Allende.
Fernando iba acompañado de sus hermanos, una niña de 11 años y un joven de 18; caminaban a un costado de la carretera Toluca-Morelia.
A la altura del paraje El Jacal, los hermanos fueron embestidos por un auto de la marca Tiida, con cromática de taxi de la CDMX.
Los tres quedaron tendidos sobre el piso, pero Fernando se llevó la peor parte. Él quedó inerte junto a su calabacita de plástico en la que reunía sus golosinas.
Sus hermanos quedaron lesionados, por lo que fueron trasladados a un hospital de la localidad.
La noticia de la tragedia llegó pronto a los oídos de los familiares de los niños, no podían creer lo sucedido.
«Solo salieron a pedir su calaverita, como lo hacen cada año y ese bruto los atropelló», lloraban los testigos.
Tras el accidente, el taxista bajó de su unidad e intentó escapar, pero fue alcanzado por la policía.
Fue identificado como Andrés, de 36 años de edad y vecino de la alcaldía Magdalena Contreras, en la CDMX, quedó a disposición de las autoridades para determinar su situación jurídica.
«Yo no sé por qué los papas fueron tan inconscientes en dejarlos ir, como si no hubiera una pandemia. No entienden», dijo una vecina.