Vacunadores y vacunadoras, fundamentales en batalla contra Covid-19

Con vocación, alegría, esperanza y convicción de sumar esfuerzos para salvar vidas, evitar complicaciones y devolver los deseos de regresar a la normalidad, Yadira Velázquez Domínguez, continúa en la batalla al frente de la atención médica por medio de la vacunación contra COVID-19 a adultos mayores en la entidad mexiquense.

Con 15 años de servicio en el Centro de Salud “Lic. Adolfo Ruiz Cortines”, de Ecatepec, y a más de un año de la pandemia por la infección al virus SARS-CoV-2, se mantienen sus emociones de miedo e incertidumbre, sin embargo, en esta nueva fase es consciente que su labor es fundamental para frenar contagios.

Desde hace dos meses, su lugar de trabajo es el Centro Cultural y Deportivo “Las Américas”, uno de los 10 módulos implementados en el mismo municipio, a fin de vacunar a 177 mil ecatepequenses; pese a tener una jornada laboral de 6:00 a 20:00 horas, está feliz de formar parte de la vacunación, la cual es otro frente contra dicha enfermedad.

“Es una gran esperanza de que ellos ya tengan la vacuna y les demos la alegría a ellos también, de que ya se sientan seguros y puedan retomar su vida normal, ahorita es una gran felicidad estar vacunando a adultos mayores, porque gracias a la vacunación se van a poder salvar y evitar complicaciones en caso de que les llegue a dar COVID”, comenta la trabajadora.

Detalla que sus labores en este municipio han sido riesgosas, pues fue víctima de agresiones y discriminación, después de laborar sufrió ataques al trasladarse a su domicilio en la colonia Jardines de Morelos, ahora pide e insiste a sus vecinos, amigos y familiares para que eviten la desinformación y confíen en la vacunación.

“Yo creo que sí ha valido la pena porque el hecho de que nosotros estemos ya dando seguridad y tratando de salvar las vidas de las demás personas es una satisfacción para nosotros.

“Ponernos la vacuna es cien por ciento segura y que realmente es una alternativa para que no nos enfermemos ni nos muramos de esa enfermedad que es muy fea la verdad, te quedan secuelas y complicaciones del COVID”, agrega.

A pesar del estrés y adversidades cotidianas, Yadira Velázquez mantiene comunicación con seres queridos y amistades de trabajo, una de ellas es Emma García Aguirre, de 66 años de edad, quien pese a estar en aislamiento domiciliario desde hace 13 meses, sabe del esfuerzo cotidiano de todo el sistema de salud durante una pandemia larga y desgastante.

Emma también es enfermera adscrita al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), igualmente forma parte del ejército de 5 mil Técnicos en Atención Primaria a la Salud (TAPS), con ansias y alegría, se enteró que recibiría el biológico de manos de sus amigas.

“Ahora que me aplicaron la vacuna, la verdad recibí una atención de todo el personal, tanto administrativo, la logística que estaba ahí, recibieron los papeles, el número de folio, ellos me registraron, yo para nada metí las manos, ellos anotaron todo, me llevaron a sentarme, ahí llegó la brigada y ahí sentada me dijeron qué es lo que iban hacer”, señala.

Durante el servicio de vacunación, las compañeras, preservaron los protocolos sanitarios, administrativos y, pese a tener la misma profesión, reiteran las recomendaciones, pues durante esta pandemia todas las vidas son valiosas, por lo que no se debe bajar la guardia.

“Es importante que no bajemos la guardia en cuestión de que sigamos utilizando el cubrebocas, lavado de manos, la limpieza en el hogar, en los alimentos, todo importantísimo por favor”, puntualiza Emma García.

“Sé que el equipo de trabajo, todo el personal, enfermera TAPS, médicos, es un equipo y ellos están acostumbrados a la batalla”, refiere al agradecer a sus compañeras y compañeros el apoyo brindado en esta pandemia.

En los últimos dos meses, Yadira Velázquez ha vacunado a miles de adultos mayores, tiene sentimientos encontrados, pese a enfermarse y permanecer con estrés, tristeza e incluso llanto, por la pérdida de amigos y familiares, regresó a laborar al frente de batalla contra este padecimiento.

“Sé que a la larga va a valer la pena porque vamos a ir disminuyendo la mortalidad por COVID y aparte la seguridad de nuestros adultos, la seguridad a lo mejor hasta de un niño que a lo mejor va a haber casos, pero ya va a ir disminuyendo considerablemente”, confía Yadira.

Un total de 500 trabajadores del ISEM, adscritos a la Jurisdicción Sanitaria de Ecatepec, permanecen laborando en el servicio de vacunación durante los últimos dos meses y es este municipio el de mayor población, por lo que su esfuerzo representa la aplicación de más del 10 por ciento de adultos mayores beneficiarios con el biológico.

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