Por medio de la construcción de módulos de captación de agua de lluvia, expertos de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) han apoyado a familias de alta marginación en siete estados del país. En total a 6 mil 151 personas
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El director del Departamento de Irrigación de la UACh, el profesor-investigador Rafael Sánchez Bravo, aseguró que además de proporcionar el servicio de agua a favor de 884 familias campesinas de alta marginación, a través de la construcción de dichos módulos hay un ahorro cercano a los 700 mil pesos anuales, derivados de no comprar agua para beber en garrafón o en tambos para uso doméstico.
Tras reconocer la crisis de agua que existe en el país y la falta de acceso al líquido en zonas rurales e indígenas de alta y muy alta marginación en Oaxaca, Guerrero, estado de México, Morelos, Hidalgo, Michoacán y Puebla, afirmó que en dichas entidades hay huella real de Chapingo
con módulos de cosecha de agua de lluvia que tienen un periodo de vida superior a los 30 años.
Anunció que en los próximos días se inaugurarán otros módulos en la comunidad de Mártires de Rancho Nuevo en la Sierra Norte de Puebla donde viven apenas 60 familias dispersas sin acceso a los servicios e infraestructura más indispensables.
Construyó 22 en escuelas
Sánchez Bravo detalló que en los pasados 11 años la UACh construyó 884 módulos unifamiliares de captación de agua de lluvia para uso doméstico y humano y 22 más para escuelas rurales y añadió que el reto es seguir favoreciendo a quienes menos tienen por lo que el área a su cargo continuará impulsando la instalación de módulos de captación de agua de lluvia para consumo doméstico y humano.
Agregó que entre los años 2008 y 2015 se instalaron más de 800 módulos unifamiliares en ocho municipios de Hidalgo, estado de México y Michoacán. Todos ellos fueron financiados por la Comisión Nacional del Agua.
En 2016 y 2017 a través del Programa de Extensión y Vinculación Universitaria operado por la universidad se construyeron 70 módulos más para captar agua para uso doméstico y consumo humano y en 2018 se establecieron otras cinco instalaciones.
Información: La Jornada