La historia es que ambos eran pareja desde hace 6 años y vivían en unión libre, pero el pasado 20 de agosto todo se complicó cuando detuvieron en Tijuana al barón y no pudo comprobar su legal estancia en México, por lo que fue detenido y esperaba su deportación.
Como parte de las responsabilidades del Instituto Nacional de Migración de atender a la población migrante y garantizar sus derechos humanos, el pasado 28 de agosto se realizó la primera boda civil dentro de la estación migratoria de Tijuana, Baja California, entre un hombre de nacionalidad colombiana y una mujer nacida en México.
Acompañada por un oficial del Registro Civil de la ciudad de Tijuana, la joven mexicana, quien llevaba documentos para el registro del matrimonio, se registró y solicitó su acceso a dicha estación del Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación, como lo hacía desde hace más de una semana, donde se formalizó el contrato matrimonial con el hombre colombiano.
La persona migrante comentó que en 2017 ingresó a México como turista y, desde entonces, decidió permanecer en el país de manera irregular, hasta que el pasado 20 de agosto, en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, fue requerido en una revisión de rutina y al no presentar documentación que acreditara su estancia regular, fue llevado a las oficinas del INM en esa ciudad.
Derivado de lo anterior, solicitó su regularización por vínculo familiar y después de la boda solicitó continuar su trámite migratorio afuera de la estación de Tijuana, en la oficina de representación más cercana a su domicilio.
La pareja relató que desde hace seis años se conocían y vivían en unión libre y llevaban tres años de residencia en el estado de Jalisco.
El Instituto Nacional de Migración garantizó el derecho de las personas para contraer matrimonio civil, tras escuchar y brindar atención a la solicitud de la persona migrante de origen colombiano y su pareja de nacionalidad mexicana.