Con corte al martes 17 de marzo, la Ciudad de México ha reportado 26 casos confirmados de sarampión, de los cuales 11 son menores de edad y el resto adultos; sin embargo ya se han tomado medidas necesarias para controlar el brote como cercos sanitarios en los domicilios de los infectados, detalló la titular de la Secretaría de Salud local, Oliva López Arellano.
Ante ello, se han realizado un total de 14 cercos sanitarios de 25 manzanas a partir de los hogares de las personas que han sido diagnosticadas, de los cuales 7 se han implementado en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde se localizó que inició el brote, detalló la funcionario en conferencia de prensa.
Tras un rastreo del origen de la enfermedad, se localizó que el brote comenzó en el Reclusorio Norte, sin embargo hasta el momento los nueve casos que se presentaron en dicho lugar ya son asintomáticos, puesto que fueron los primeros enfermos; además se han aplicado 8,000 vacunas en ese centro penitenciario, así como 18,000 en las cárceles de la capital, explicó la autoridad sanitaria local.
Ante un análisis de cómo pudo llegar esta enfermedad a la ciudad, López Arelllano explicó que el diagnóstico de molecular del linaje de este virus es canadiense, por lo que el brote se asocia a casos de importación, aunque todavía no se tiene identificado sobre qué visitante al centro penitenciario pudo haber iniciado el contagio.
La secretaria aseguró que luego de que iniciara el brote a finales del año 2019, entre enero y febrero del actual se liberó un lote para la CDMX de 168,000 vacunas, por lo que se está haciendo lo todo lo necesario para que los centros de salud cuenten con esa medida preventiva.
Sin embargo, aceptó que algunos centros de salud T1 todavía no cuentan con un abastecimiento seguro de esta vacuna, puesto que no cuentan con refrigeradores para mantener almacenado el material, por lo que se adquirirán enfriadores para garantizar el abasto; en tanto la mandataria local indicó que los centros T2 y T3 sí cuentan con el preventivo.
Insistió en la necesidad de que la población acuda a vacunarse, sobre todo ante el movimiento antivacunas, puesto que se piensa que no es una acción relevante, cuando el sarampión es un muy contagioso, incluso más que el coronavirus; mientras una persona con sarampión puede contagiar a 12 o 13 ciudadanos, el Covid-19 a dos o tres.
López Arellano admitió que de 2010 a 2018 bajó la cobertura de vacunación en la capital del país, y que en 2019, a pesar del desabasto que hubo de vacunas, las autoridades sanitarias lograron revertir la tendencia descendente para estabilizar y repuntar un 3%; pero sí dijo estar muy lejos de que el 95% de población cuente con esa medida de salud pública.
“Es responsabilidad compartida, las instituciones de salud tiene las vacunas y el interés, pero las personas que tienen que llevar a su chiquitos a vacunar “, exhortó.